El que la hace la paga, y corrupción o justicia, lo que dicen para estos días en la Argentina.

Estas son dos de las frases que más se escuchan por todos los medios de comunicación en la Argentina, a raíz de la confirmación por parte de la Corte Suprema de esa nación, de la condena proferida por un Tribunal Oral Federal y también confirmada por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación, por la Causa “Vialidad”, ante el direccionamiento de obras públicas en favor del contratista Lázaro Báez en la Provincia de Santa Cruz, cuna y fortín político/electoral de los Kirchner; frases con las que encabezo este escrito por haber sido pronunciadas, la primera por Patricia Bullrich, Secretaria de Seguridad o Ministra de Justicia del Presidente Milei y la segunda -Corrupción o justicia- por Diego Luciani, fiscal de la causa, al solicitar a los jueces competentes una condena de 12 años de privación efectiva de la libertad, solicitud que fue acogida solo por 6 años y una inhabilidad a perpetuidad para ocupar cargos públicos, pero que puede ser sustituida por prisión domiciliaria por tener la Kirchner más de 70 años de edad y cumplir otros requisitos, previo a la suscripción de un riguroso protocolo sometido a vigilancia judicial, en un sistema penal parecido al nuestro, que en la mayoría de los casos, al resolver sobre medidas intramurales, se niegan a decretarlas, al sostener los jueces que, los reos no son un peligro para lo sociedad, por lo que no es dable imponerles medidas restrictivas de la libertad en centro carcelario; en el entretanto, los dejan libre o los mandan a sus domicilios para que hagan de ese tiempo toda una juerga, un relajo o una constante parranda.

Yo le tengo como rabia a la selección argentina de Futbol, pero me encanta la pasión como sus gentes viven este deporte y como sienten el tango y la política. Me gustaba el periodismo que hacía Jorge Lanata -fallecido en diciembre del 2024-, lo escuchaba y leía sus crónicas a menudo, y ahora me entretengo con la narrativa de los medios frente al tema de la corrupción, en un país corrupto por excelencia como el nuestro, en el que se acaba de condenar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la causa “Vialidad”; lo hacen con mucha vehemencia, así como la militancia de la condenada sale a protestar en solidaridad con ella por las sanciones o medidas impuestas; lo vengo viendo en los canales a los cuales estoy suscrito – TNT, Noticias 26 News y TV Agrario de Directv-, por estos días estoy familiarizado con los cortes, las marchas y manifestaciones organizadas por La Cámpora, grupo de choque y de calle dirigida por su hijo Máximo. Está pues alborotada la opinión pública, los sindicatos y organizaciones de izquierda, ante la proscripción política de la Kirchner, porque según el fallo, no podría aspirar a ocupar un cargo público de por vida, y por supuesto que este hecho influirá notoriamente el devenir político de la República Argentina, por la importancia de esta, no solo en el Kirchnerismo, sino en el Justicialismo o Peronismo, principal partido político del país.

Escándalos como los de la viuda de Néstor Kirchner en Argentina o los de la UNGRD, en los casos de los carrotanques de La Guajira y las coimas a los presidentes de Senado y Cámara de Colombia por parte de altos funcionarios del gobierno nacional, son reiterados hechos de corrupción en estos países, que ratifican las mediciones que en esta materia hace la ONG Transparencia Internacional, que de tiempo atrás tienen a los países suramericanos como los más corruptos del mundo (excepto Uruguay en el puesto 76 y Chile en el 63) solo superados por algunos países del África y del Medio Oriente (Somalia, Siria, Libia, Afganistán, Sudán del Sur, Yemen), estudios del 2024 que también ubican a los países nórdicos con los mejores Índices de Percepción de Corrupción (IPC) en el sector público en 180 países y territorios de todo el mundo, entre ellos: Dinamarca con 90 puntos, Finlandia con 88, Nueva Zelanda 83 seguidos de Noruega y Suiza, frente a 39 de Colombia, 37 de Argentina, 34 de Brasil, 32 de Perú, 31 de Ecuador, y 28 de Bolivia. Ustedes se imaginan, si así como se miden los índices de pobreza o de desempleo y se ubica al Chocó en los primeros lugares ¿cómo sería de vergonzoso, que se midieran los índices de corrupción y de impunidad judicial? Pero como son de cínicos, diga usted el Fiscal Sexto de Delitos Contra la Administración Pública, el mismo que tiene las investigaciones contra “Pacho Bueno” por el asunto de los pensionados del departamento y no pasa nada, a no ser que con el mayor de los sigilos como en otros casos, se haya radicado la acusación para que no pase nada; igual pudiéramos decir de ese innombrable Juez Administrativo, aliado del huracán David, que lo reintegró y lo ayudó hasta que más no pudo.

Es que por lo menos en Argentina, con un sistema penal parecido al nuestro, la justicia cojeó durante varios años y pese a la cantidad de instancias, llegó y condenó condignamente a la expresidenta Cristina, imponiéndole también, una pena accesoria y solidaria para la devolución de 500 millones de dólares; en cambio por acá, ni medidas intramurales, ni condenas, ni representantes legales de los entes territoriales constituyéndose en victima para impulsar los procesos y buscar en caso de que San Juan agache el dedo, una condena para que se puedan resarcir los perjuicios en favor de alcaldías o gobernación; pero no lo hacen, ni buscan repetir en contra de ellos, porque son ellos mismos y sus amigotes los causantes de los perjuicios o detrimentos patrimoniales, peculados en beneficio propio o de terceros, y de enriquecimientos ilícitos. En resumen, es que en nuestra región son famosos los casos en los que no pasó nada porque los fiscales y jueces no saben que son medidas intramurales, ni condenas, y si no, miremos los casos emblemáticos: El de la UTCH durante el paso del huracán David, los de los remanentes y los robos a las regalías, el tumbe a los pensionados del Departamento; preguntémonos a quienes condenaron o quienes fueron asegurados con una intramural, y vaya usted y diga o comente algo porque le largan los perros y las bodegas, porque además, acá se les queda es debiendo a los responsables de la corrupción e impunidad.

PDTA: Miqueas 7:3. Para colmo de su maldad, los gobernantes extorsionan y los jueces dictan sentencias a cambio de sobornos, no disimulan sus malos deseos, sino que los confirman. En conclusión, la corrupción administrativa es un obstáculo significativo para el desarrollo. Es una realidad mundial; sin embargo, la sociedad debe rechazarla y no normalizarla. Se necesitan hombres y mujeres verdaderamente temerosos de Dios en el servicio público, de manera que siempre se inclinen por obrar en integridad. Tomado del WhatsApp del Dr. Fidelio Soto, secretario de los directivos del Paro Cívico por la Salvación del Chocó.

Atentamente,

Odín Sánchez Montes de Oca

 

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