Yo recuerdo que cuando la campaña que Juan B. Hinestroza le ganó a Luis Gilberto Murillo -periodo 1999-2001-, en la que a este le anularon 114 votos por una revisión y nuevos escrutinios por irregularidades (Chocorazo) presentadas en unas mesas de Santa Catalina de Catrú-Alto Baudó, escuché yo por primera vez las acostumbradas oraciones como preámbulo a las intervenciones o discursos de los distintos candidatos en las concentraciones o reuniones políticas; situaciones que desde aquella época he criticado, argumentando que en mi criterio “La política viene del Diablo” y que por lo tanto, se debería abolir esa parte de la programación (La oración), pues para que invocar al señor, si en cuanto terminamos de orar y nos subimos al atril, al balcón o a la mesa y tomamos la palabra, la emprendemos contra el adversario, volviéndolo una Chaupiza o ropa de trabajo calumniándolo, si no es que, hay casos que se llega a las amenazas y agresiones físicas en lugar de dedicar el momento y el escenario para presentar propuestas o programas que redunden en la solución de los problemas comunes, comportamientos propios de “Pelaitos, muchachitos o chiquitos malos”, en los que se enmarcan hechos como el sucedido al Dr. Augusto Cicerón Mosquera que casi le cuesta la vida, lo que lo llevó a no participar con la intensidad que le es usual en la campaña del Dr. Patrocinio, como lo hizo su amiga Machú, porque no estaba bien para él, compartir la misma candidatura con quienes desde in illo tempore, se rumora o se sospecha, son los autores intelectuales del execrable atentado, así como se viene comentando que las amenazas de estos días contra los hijos del exparlamentario Nilton Córdoba, no provienen de la guerrilla, sino de los mismos que atentaron contra el dirigente Augusto.
Otro de los más claros ejemplos de la locura política en el Chocó, es la ingratitud y deslealtad, que se reflejan en los constantes actos de voltearepismo o transfuguismo, que no es otra cosa que, cambiarse de bando o bailarle el indio al partido o al mentor que lo avaló, o a quien lo apoyó electoral y/o financieramente, y hacerlo cuando la organización o sus dirigentes han tenido un comportamiento deferente con la persona que se voltea, como haberle brindado todas las oportunidades, haber ocupado los más importantes espacios burocráticos o de elección popular, y sin que nada lo justifique, más allá que intereses personales, abandonan el barco; eso es lo censurable, porque además de que nadie está obligado a permanecer por los siglos en determinada casa política, siempre serán condenables por odios, venganzas o codicia. Hechos de común ocurrencia, que por lo general me gusta comentar y recrear en mis escritos a través de anécdotas vividas, como el caso de un amigo -porque aún lo es y porque además esto no es para pleitos-, que aspiró tres veces a una alcaldía vecina, de las cuales se le apoyó en dos, la primera se perdió y la segunda se ganó y una vez posesionado en esta, en la primera diligencia de gobierno -Una junta directiva de Codechocó-, se le torció a quien le apoyó, pues no atendió sus sugerencias, es decir, no le copió; advirtiendo que no estoy sacariñando, porque ni puse plata ni tampoco votos para elegirlo alcalde, pero lo cierto es que, como en la canción cubana Pájaro Lindo, interpretación de los Hermanos Varela, el personaje voló y voló, de allí que valoro la postura de los alcaldes que no se cambian -con aval y todo-, y se comprometen como los que más con sus candidatos a Cámara.
Lo cierto es que la política es un cuento, o como dicen los jóvenes, una cosa de locos, o como la califico en este escrito: Es cosa del Diablo, pues así como son comunes las deslealtades, también se encuentran casos de reconciliaciones, como que después de estas y de rifirrafes entre dirigentes, se reencuentran y terminan compartiendo hasta un confite, tal es el caso del alcalde y un ex alcalde que después de una disputa, con sospechoso y sorpresivo desempate ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó que le arrebató a uno de ellos la alcaldía, hoy quien creyera su estrecha relación, pues hicieron coalición en la pasada contienda electoral, ganando quien supuestamente había tumbado al otro; y como es normal, se sientan a manteles, donde hasta ahora reparten muy bien la burocracia, y como es parte del acuerdo, uno de ellos es jefe de debate del candidato a la Cámara, porque él aspira a la alcaldía en las próximas elecciones y el otro apunta es a la gobernación, pero lo que no sé sabe es si el esfuerzo y la plata les alcance para Cámara, Alcaldía de Istmina y de Quibdó, y después para la gobernación ¡Uy carajo! ¿De dónde sacarán tanta plata y donde estarán las IAS?
La mayoría de quienes dan la vuelta, se justifican con el cuento de que, si Juan Manuel Santos se le volteó a Uribe apenas al momento de la posesión como presidente, porque ellos que son unos pobres diablos no pueden voltearse; otros tratan de justificarse diciendo jocosamente que “Arepa que no se voltea, se quema”, justificando tan mal y detestable comportamiento con ese tipo de dichos, como si la lealtad o el hecho de permanecer y apoyar constantemente al dirigente, a la institución, partido o movimiento político, fuera un juego y no gratitud y honor por quien te ha servido o has alcanzado altas dignidades.
PDTA 1. Se sobreentiende que Teddy Bolaños es alcalde de todos los quibdoseños -Vivo aquí ya va para 65 años, pues llegué de 4-, y tengo más de 20 días de estar preguntando por un documento, y desde el primer día me han dicho 3 funcionarios distintos que está en trámite y que hace falta una firma; menos mal que la última funcionaria, me dijo que fuera el lunes. Con razón que esto anda de patas para arriba, cuando alguien se demora 20 días para poner una firma.
PDTA 2: Juntos, pero no revueltos: Estuvo por Quibdó el candidato presidencial Roy Barreras -Fui su compañero de congreso, colega de la Comisión Primera y cohabitamos en el Partido de la U hasta cuando se retiró-; me tomé fotos con él y recordamos tiempos pasados; hoy veo con estupor también fotos de él con “Pacho Bueno” ¡Dios mío, perdóname por aparecer en esas fotos con alguien que tiene tantos líos judiciales, entre ellos el de los pensionados del Departamento!
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca
Un comentario sobre “Lo dinámico de la política no justifica ciertos hechos, que se nos hace son del Diablo.”
Me dejó gringo, como decían los abuelos, pero bueno es grato, entretenido y divertido alimentar mis conocimientos con sus escritos al natural
Dios le bendiga siempre