“La corrupción y la impunidad, tragedia que todos los chocoanos debemos combatir desde el papel que cada quien ocupe en la sociedad de hoy”.
Con un atento saludo de prosperidad y muchos éxitos para usted y su familia, me permito expresarle que, como chocoano me sentí muy orgulloso de su llegada al máximo organismo de la justicia ordinaria colombiana, así como del paso siguiente, presidir la sala penal y la corporación en su sala plena, y esto por varias razones que van desde los afectos hasta los reconocimientos: La 1ra. Porque conocí a Don Clodoaldo Castro “Don Clodo” -su abuelo materno–, de quien da cuenta la historia regional, fue uno de los líderes que acompañó a Ramón Lozano Garcés en la fundación del Movimiento Liberal Popular MLP, organización política de nuestra militancia. 2do. Porque en un contexto étnico, sus éxitos laborales, académicos y profesionales nos alcanzan como chocoanos y afrodescendientes. 3ro. Por su destacada carrera judicial y propender desde la presidencia de la Corte entre otras acciones, por la independencia de la justicia, alejando a las altas cortes del manoseo presidencial, tal y como lo ha demostrado en sus últimas intervenciones y actuaciones; créame que, para mi humilde opinión, usted hace parte del selecto grupo de los grandes del Chocó, entre los que sobresalieron en su época dorada: Sergio Abadía Arango, Osias Lozano Quintana, Alfonso Meluk Salge, Eliseo Arango Ramos, Diego Luis Córdoba, Manuel Mosquera Garcés, Adán Arriaga Andrade, Ramón Lozano Garcés, Benjamín Ferrer Ibáñez, Daniel Valois Arce, Demetrio Valdez Ortiz y Aureliano Perea Aluma; créame que sus logros y posturas en el campo jurídico lo hacen merecedor de pertenecer a este grupo de excelsos hombres, a quienes la historia reconoce por haberle dado lustre al Departamento del Chocó.
Créanme y créame que no es lisonja, mi familia y yo somos hijos de maestros, criados con principios, y hoy estoy realizado y en uso de buen retiro, siempre he repetido en el tema de la corrupción que a mí y a la familia se nos esculque.
Se termina un año lleno de escandalosas investigaciones y procesos por delitos contra la administración pública, por actuaciones que tienen en crisis a las más importantes instituciones de nuestro departamento, y pese a ello, no se escuchó para los responsables que se haya proferido una sola medida restrictiva de la libertad en centro carcelario, o una ejemplar condena, porque en la mayoría de los casos, los encargados de decretarlas (Jueces) frente a las abultadas evidencias y ante una sociedad impotente que no sale de su asombro, decidieron no hacerlo porque no existían supuestamente los suficientes elementos probatorios, o habiéndose dictado se cambió por domiciliaria, o en la víspera del juicio obtuvieron su libertad por vencimiento de términos, y llegado este, perdieron interés en su impulso, y hoy duermen el sueño de los justos, esperando su archivo por prescripción o el paso de los años; ejemplos hay muchos y solo le referiré unos cuantos: El de los remanentes del Municipio de Quibdó, en el que bastó devolver una parte de lo apropiado para que el judicializado adquiriese su libertad, y hoy ya nadie se acuerda del tema; como el del Gas Domiciliario, de mucha más cuantía que el de Centros Poblados de la Abudinem y de Emilio Tapias, o el Proyecto Maderas de la Universidad Tecnológica del Chocó, por más de $36 mil millones, que involucra a varios rectores y los que han dado origen a la crisis por la que atraviesa el Alma mater, que la llevó a no pagar los salarios completos de final de año, e inclusive al insólito caso de alcanzar los recursos solo para el pago del 75% de la Prima de Navidad a docentes y administrativos; y si acá llueve por allá no escampa, porque son muchas las audiencias agendadas y realizadas a los aforados David Mosquera, Efrén Palacios, Jhoanny Carlos Alberto Palacios, Ariel Palacios y Nilton Córdoba, sin que la corte se pronuncie de fondo sobre las materias investigadas, llenando más de desesperanza a los chocoanos, sobre todo a las nuevas generaciones por no ver que se castigue a quienes financian y promueven la corrupción y la impunidad en el Chocó.
Permítame aceptar que la corrupción y la impunidad no es nada nuevo en Colombia, ni en el Chocó, pues sus números estadísticos son desconcertantes y ascendentes año a año, habiéndolo reconocido usted mismo el año que termina (2024), durante una entrevista en la conmemoración de los 20 años del Sistema Penal Acusatorio (Ley 906 de 2004), y aunque, reconocerlo es de gran importancia, ello por sí solo no basta en la lucha contra un flagelo que permeó todos los estamentos de la sociedad, llegando a convertirse en nuestro principal problema, por encima de la pobreza, la inseguridad y la violencia; por algo se dice que la justicia es para los de ruana, y en el Chocó también es común escuchar lo que expresan algunos aforados investigados, aquello de “arreglar sus problemas”.
Sé que su periodo como presidente se vence antes de finalizar el mes de enero, pero como miembro de la Honorable Corte, aún le resta tiempo para continuar acertando en la difícil tarea de administrar justicia en Colombia, y aunque la impunidad es producto de un concierto en el que intervienen gobernantes , algunos jueces y magistrados, la lucha para combatirla se torna más difícil porque se trata de un entramado de dependientes y familiares de unos y otros que se deben solidaridad de cuerpo, en la que también se respeta y obedece al superior jerárquico, quien les brinda protección, siendo para estos días la cara reina de la impunidad el Juez Primero Administrativo Oral del Circuito, quien ha estado en todas: En la de los remanentes, en lo de la Universidad Tecnológica, en las acciones de grupo de los pensionados y las ambientales, en las acciones electorales acompañando a los magistrados en la trama de un excolega suyo, que en épocas postelectorales recorre y visita a los alcaldes con demandas pendientes acompañado de un bolso o morral marca Vélez de cinco (5) cierres o compartimentos, el que de regreso viene lleno de billetes que envían como cuota inicial los alcaldes demandados; y cuando venga por el Chocó mi respetado presidente, averigüe porque no se hizo el suficiente esfuerzo para que se supiera qué pasó con la sentencia extraviada de Jaime Arturo Herrera Maya; porque por el momento, la verdad no me queda más espacios que para solicitarle con mucho acato, se haga algo por reducir a sus justas proporciones la corrupción y la impunidad, como en su época lo prometió el expresidente Turbay. ¡Magistrado, haga algo antes de finalizar su periodo por salvar al Chocó!
PDTA: ADVERTENCIA: Ojo con probar el puerco de Nilton (Foto que circula en redes), sacrificado en San Pablo adentro: Negro hocico largo; pues padece de “Pepita”, unas bolsitas o verrugas que le crecen debajo de la lengua y que, según un médico y consejero, son receptoras de cualquier cantidad de parásitos, que cuando el humano se come esa carne contaminada y sin refrigeración, produce problemas desde el cerebro hasta abajo. ¡Allá el que haya consumido esa carne!

Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca
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