Fue para las calendas del 2014 -mes de septiembre-, después de mi retorno de Canadá, cuando en la compañía del Mayor (Retirado) Gabriel Emiro Valois Rodriguez, esposo de mi hermana Adalgiza, que nos dimos a la tarea de poner en circulación la primera edición de un semanario impreso, al que bautizamos La Otra Opinión, del que yo hice de editor, escribiendo además, periódicamente una columna titulada El Lecho de Procusto, personaje este, de origen mitológico que ofrecía posada a los viajeros, a quienes obligaba a acostarse en una cama de hierro, donde, si eran más largos que la cama, les cortaba las partes sobrantes de las piernas y si eran más pequeños, los estiraba hasta descoyuntarlos para que calzaran en el espeluznante lecho. Para, desde esa trinchera periodística, sin ser profesionales de la comunicación, contarle a la opinión pública desde otro cristal, los sucesos políticos y sociales más relevantes del acontecer de nuestra región, en un lenguaje ameno y con la debida dosis de humor, sin que nuestros conceptos y análisis perdieran la seriedad y la credibilidad debida, enfrentando con altura y decisión el fenómeno de la corrupción.
Sostener un medio escrito, radial, o los hoy digitales, con los avances de las comunicaciones y las tecnologías, cuando estos tienen una orientación ideológica y partidista contraria a los gobiernos de turno en lo regional y lo local, es muy complejo, porque son estos los que dispensan a través de la pauta oficial, la sostenibilidad del medio; porque la propaganda o la publicidad a la panadería El Paisa, al granero o abarrotes El Compadre, al restaurante El Buen Sazón o a la papelería El Bolígrafo, en Quibdó y en las cabeceras municipales, en un comercio incipiente como el nuestro, cuyos ingresos y utilidades, no les da para pagar con regularidad la pauta y de esta manera lograr la sostenibilidad del medio de comunicación, para el pago de nómina mensual del redactor y corrector del impreso o del manejo del control y el locutor si es radial o digital, es muy difícil, por lo que a menudo salen de circulación o del aire unos y otros, porque a veces no hay ni siquiera con que pagar un buen servicio de internet y peor aún, si el propietario o director del medio depende para su subsistencia de las apetecidas y comprometedoras pautas oficiales; porque es en ese momento que se produce el quiebre en la conciencia del opinador y el medio de comunicación que maneja, porque cayendo en esas dificultades, de la noche a la mañana ve uno que cambia de orientación el medio y al editorialista, propietario o dueño, alabando a quien antes había criticado, en una posición tan ridícula, de la que solo se desprende la pérdida de credibilidad de la prensa hablada y escrita del Chocó y del oficio de periodista.
Después de mi regreso a la libertad, con ocasión de la retención, en el canje que tuvimos que hacer con el ELN para la liberación de mi hermano Patrocinio (2016), retomamos la edición de La Otra Opinión -para el mes de Abril de 2017- en la que se publicó sobre el Primer Encuentro de Victimas del ELN, organizado por la familia y presidido por la Representante a la Cámara Astrid Sánchez Montes de Oca, evento que contó con la participación de importantes personalidades del orden nacional e internacional, tales como: Clara Rojas ex Parlamentaria, Alan Jara ex Director de Victimas, Edinson Delgado ex Senador, los periodistas Herbin Hoyos Q.E.P.D, Salud Hernández y Maureen Cecilia Craker ex Ministra costarricense, entre otros. No solo los costos del medio impreso, sino el publicar nuestros conceptos y análisis y hacerlos llegar al público con mayor periodicidad y facilidad, nos llevó a buscar un espacio en la página Web del Periódico El Manduco, manejado por Gonzalo y Jhon Díaz, herederos del amigo “Mono Díaz”, cuyo slogan: “Manduco para los torcidos”, nos venía como anillo al dedo con lo que quería hacer desde la columna que escribiría para esa página: Mano pelé, chuspa al suelo (Año 2020); hasta que por pequeñas y cordiales diferencias de criterios, nos le medimos a convertir “Chuspa al suelo” en nuestra página Web, donde fijamos semanalmente nuestras posturas críticas frente al diario acontecer de la región.
Por supuesto que, requería de mayor independencia en una tarea en la que es fundamental serlo, y la única manera era tener un medio propio, o uno en el que no se deba pedir permiso o autorización para escribir u opinar con libertad sobre temas de interés regional o local, y especialmente sobre el creciente fenómeno de la corrupción, la alarmante impunidad, por la falta de responsabilidad penal de quienes violentaron la ley, o que el medio para el que se escriba o donde se emitan las opiniones, sea respetuoso del derecho a la libre expresión y estas no sean condicionadas, peluqueadas, cercenadas o vetadas por consideraciones de tipo político.
En fin, no es que yo pretenda ser el adalid de la moral, como en tono de burla me rotulan los responsables de tantas fechorías y sus defensores; no es cierto que sea el único que enfrenta o denuncia tanto a investigados como a investigadores, pues, ante la desenfrenada corrupción y descarada impunidad, atribuible a los administradores de lo público, incluida la rama judicial, hemos visto activada, no como quisiéramos, la conciencia ciudadana y las voces críticas desde algunos medios alternativos que, utilizando la digitalidad de las redes sociales, se atreven a llamar por sus nombres, apodos o alias a los bandidos; expresiones inconfundibles de reconocidos veedores y periodistas independientes, satanizados a rabiar por el lenguaje utilizado en sus respectivas denuncias, que en lo que a mí respecta, la opinión debe más bien fijarse, cuanto favor le hacen con ellas a la sociedad chocoana, más allá de como se le llame al ladrón: Si ratero, pícaro, maleante o bandolero; pero también los hay quienes con ponderación, con un lenguaje mesurado y con mucha objetividad, crecen en audiencia ante la opinión pública, refiriéndome a publicaciones como Kratos, Citará, y al cada día más escuchado y leído en sus reflexiones Elías Aguilar Cuesta, sin olvidar que siempre ha existido Chocó 7 Días, decano de la objetividad y la independencia periodística, que en un reciente trabajo investigativo nos enumera 56 elefantes blancos como una muestra de la incompetencia estatal, la corrupción, los desfalcos, el detrimento de los recursos públicos en la región, como reiterando que la prensa independiente existe en el Departamento del Chocó, y que debiera existir más allá de los métodos, las formas y el lenguaje, un reconocimiento a quienes luchan desde cualquier trinchera por extirpar de una vez por todas el cáncer de la corrupción en territorio chocoano.
PDTA: Ufff, vi por un video, la intervención del sábado de la Gobernadora en la Audiencia Pública del Municipio del Carmen de Atrato, a la que ella asistió con una numerosa comisión de aplausos, pero la vi muy brava , porque alguien escribió que no se fueran a robar la plática de las regalías recuperada en el reciente Laudo Arbitral del Tribunal de Arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá, y la estaba arremetiendo contra los periodistas, porque algunos dijeron hace días, que estaban sacando pecho con camándula ajena -Ese fui yo- por la falta del reconocimiento a l Ingeniero Darío Cujar. Y si no lo hacen con él, mucho menos van a reconocer que eso estuvo mal liquidado y que a la Nación, al Chocó y al Carmen, les corresponde más plática.
Atentamente,
Odín Sánchez Montes de Oca